Por favor no vayan a pensar que se trata del último best-seller de literatura o de una nueva película próxima a estrenarse. Tampoco es el nombre de un nuevo programa televisivo de esos que ocupan horarios estelares. Me voy a referir sencillamente
a la figura coloquial del animal llamado sapo, con el que despectivamente designan a muchos empleados, queriendo estereotiparlos como los delatores. Pero, sucede que tal como lo adelanta el título, podemos destacar dos facetas totalmente opuestas. Y es lo que les ofrezco en este post.
