Es muy común que muchos empresarios contraten personas vinculadas a sus años de vieja amistad, o por ligaduras consanguíneas (hermanos, tíos, sobrinos, etc). Esto representa un gesto caritativo, que en algunos casos resultan de gran beneficio para la empresa, porque tales empleados traen consigo además de lealtad y gratitud, otras condiciones importantes para la eficiencia de la empresa.
Pero, existe la otra cara de la moneda, donde un compromiso fraternal puede afectar severamente las operaciones normales de tu empresa, y ni imaginas cuánto, ni el precio que debes pagar. Yo suelo graficar esos empleados inútiles con robots de cuerdas, que por carecer de la preparación requerida, tiene que el Jefe darles cuerda para que puedan funcionar, porque no lo pueden hacer por cuenta propia, debido a su incapacidad y falta de iniciativa.

