1.- En 1er. Lugar, representa un elogio al calificar un desempeño sobresaliente e … ¿inesperado?. 2.- En 2do. Lugar, y para dar luces a la interrogante anterior del “inesperado”, ese elogio hace merecimientos a la certeza del dicho ¡NADIE ES INDISPENSABLE! , y, de seguido los comentarios para la comprensión del mismo. En Venezuela se ha hecho común e incluso alarmantemente cotidiano, la masiva renuncia de personal, tanto calificado como no calificado, por TRES razones básicas:
1.- La primera y principal, por el auge que inimaginablemente ha adquirido el factor EMIGRACIÓN, antaño desconocido en nuestro país hasta la llegada del Régimen Chavista Bolivariano. 2.- La segunda es que ante la pérdida de personal, las empresas (principalmente privadas) han entrado en la competencia de mejoras salariales para atraer el cada vez más escaso personal calificado; esta política va en detrimento de las pequeñas empresas que no pueden ofrecer iguales mejoras y ve perder personal que se va a otras empresas que ofrecen mejoras. 1.- La tercera, es que ante la situación hiperinflacionaria, y el indetenible aumento cotidiano de precios, la gente ha visto más rentable dedicarse al trabajo informal, donde incluso, aplican y abusan de los precios debido a la escasez. Pero, tras la incesante pérdida de personal, también vienen otros problemas, tales como la “ansiedad e incertidumbre” de ¿quién podrá reemplazar esos gerentes cuyo desempeño era garantía de la buena marcha de un departamento?. Es normal que eso ocurra si aceptamos la afirmación de los psicólogos organizacionales de que “hay que fomentar hábitos de excelencia para lograr desempeños excelentes” pero, esos hábitos se personifican y son liderados en gerentes que ya no están, y por tanto, la misma empresa (su Dirección) se habitúa al liderazgo de ese personal que los abandona. Empero, no menos cierto es aquello de que ¡el cambio es inevitable y se emplaza una vez superados cualesquiera obstáculos!, de manera que con la partida de personal que acostumbró a sus subalternos a su estilo de mando, “inevitablemente, viene una nueva generación de gerentes” dicho coloquialmente equivale a decir “viene sangre nueva”, y cuyo desempeño puede incluso ser hasta mejor, tal como se ha venido viendo en muchas empresas; y, siguiendo con las citas clichés, se cumple aquello de que “¡no importa el que se va, importa el que se queda!”. Este escrito es también una reflexión, porque lo experimenté en mi Departamento, donde la renuncia de la Jefa en quien radicaban merecidos elogios por su liderazgo, seguido de la renujncia de TODO el personal con experiencias, generó un panorama bastante desalentador. Fui encargado de la Jefatura, y quedé a cargo de TODO un personal absolutamente inexperto, todos novatos en el oficio de cobranzas de Seguros, y, con el atenuante de que todos pensaban que “el Departamento jamás sería igual” porque todo el conocimiento acumulado de años de experiencia se marchó con la Jefa y demás empleados, … incluso yo mismo fui víctima de esa “profecía del desastre”.
No obstante, pasados 30 días, las cosas evidenciaron la certeza del refrán precitado ¡NADIE ES INDISPENSABLE!, al punto de cosechar mi Jefatura los tempranos elogios que inician este post. En matrimonios donde uno de los cónyuges se marcha, … en equipos donde la celebridad deportivas se marcha, … en países donde el presidente exitoso entrega su cargo a otro, … siempre vendrá subsecuentemente el cumplimiento del ¡NADIE ES INDISPENSABLE!, muy probablemente, luego de las dudas que vienen de perder “héroes organizacionales” olvidando que sin desestimar la importancia y relevancia de los mismos, sucede que ellos no son eternos y la vida sigue, … las empresas, familias y equipos siguen siempre avanzando con lo mejor que tiene a sus disposición, y siempre buscando mejorar el pasado. Así como en la naturaleza una bella planta de rosas, sustituye su bello florido por otro y luego por otro más, mostrando que lo importante no eran las rosas sino la planta que las produce, de igual manera ocurre en una empresa: lo importante no es quien se va, sino quien se queda y lo que quede como apoyo, o sea manuales, cursos, etc.
Si bien es cierto que el recurso humano es lo más valioso de una empresa, AXIOMA IRREFUTABLE, porque es el que genera el valor agregado a tecnología y equipos, no menos cierto es que la empresa es un ente orgánico, que como los órganos del cuerpo, tiene capacidad para regenerarse y subsistir pese a “enfermedades” (en el caso de empresas serían: renuncias, muertes, desastres naturales, etc), lo cual lo vemos ejemplificado en las empresas tradicionalmente más exitosas (y que por tanto sirven de modelos a estudiar e imitar), ejemplo sería la empresa Ford Motors Company pese a ya no contar con el genio y emprendimiento de su fundador, orgánicamente evolucionó gerencialmente, y se ha mantenido evolucionando y mejorando con el tiempo. Lo anterior evidencia que la “empresa exitosa” continúa pese a la partida de sus talentos valiosos, que por ley natural, serán sustituídos por otros igual o mejores. La orientación de esta publicación, es brindar un doble reconocimiento: 1.- Primeramente, el que merecidamente corresponde a quienes se marchan de una empresa tras un futuro mejor. No es sano, caer en la falacia de pensar que ellos son ingratos con la empresa que los curtió de experiencia, dado que es natural responder a mejores oportunidades; como tampoco es sano el enfoque que sin ellos la empresa va a perecer, .... las cosas deben verse en una justa balanza: “así de claro y de sencillo” 1.- En segundo lugar, el reconocimiento que se espera dar a la “sangre nueva” que sustituirá y vitalizará LOS CUADROS GERENCIALES CON SUS NUJEVAS PROPUESTAS. Las moralejas que deja lo acá expuesto son: hay que confiar en el potencial de la gente, hay que dar la oportunidad de que los nuevos talentos afloren y muestren toda su capacidad intrínseca, hay que dar el tiempo que sea necesario para reponer el conocimiento y experiencia que se marchó, … y, hay que saber esperar que la gente nueva nos sorprenda con un desempeño igual o incluso mejor. Por eso he reconocido el potencial salomónico de los clichés tradicionales, y, en esta publicación hago justo reconocimiento al cliché: ¡NADIE ES INDISPENSABLE!, ni en una empresa, ni en una familia, ni en ninguna parte.